Unidad
Primero debemos entender que el apego a cosas, ideas o personas proviene del ego. Al ego le gusta sentirse ofendido y odia el cambio. El ego quiere posesión y poder. El ego está profundamente arraigado en nuestro ADN, una vez fue una gran herramienta utilizada por nuestros antepasados. El ego es una construcción mental construida para mantenernos vivos. La única preocupación del ego es la supervivencia.
Nuestros antepasados necesitaban el ego y la respuesta de lucha o huida. La mayoría de nosotros tenemos la fortuna de tener refugio y comida en la mesa. Afortunadamente, la mayoría de nosotros no estamos preocupados por ser perseguidos por un gran depredador aterrador. A medida que evolucionaron las civilizaciones, también lo hizo el ego. El ego busca sobrevivir de una manera diferente ahora. Ahora nuestros problemas son diferentes. Parece que ahora buscamos la validación o la necesidad de sentirnos especiales y únicos. Queremos la gloria y el reconocimiento.
Nos cuesta dejarlo ir. Nos negamos a dejar ir nuestros ideales, nos negamos a dejar ir a las personas, nos negamos a dejar ir cualquier cosa que nos haga sentir seguros (incluso si nos causa más daño).
Parece que nos hemos vuelto más apegados y dependientes de nuestras ideas, las personas que nos rodean y nuestras posesiones. Pero lo peor de todo, en nuestra identidad. Enfocamos mucho tiempo y esfuerzo en tratar de lucir y actuar de cierta manera. El ego de alguna manera quiere ser reconocido como algo más. Anhela fama y prestigio. De alguna manera, usar un bolso de cuero europeo significa que eres mejor que la persona que está a tu lado o que vas a la iglesia todos los días. En lugar de tus intenciones y cómo te sientes por dentro. Pero eso es ego. El ego apareciendo de una forma nueva y evolucionada.
Podemos encontrarnos apegados al poder, la fama, el éxito, el cónyuge, el estilo de vida, la vida, las ideas y la identidad. Si nos damos cuenta de las cosas a las que nos hemos apegado, podemos comenzar a identificar si es un apego saludable y si nos está ayudando a evolucionar. Aunque algunos de nosotros no queremos pensar en el día, habrá un día en que el desapego no sea una opción. Cuando todos los zapatos geniales y las joyas bonitas no pueden ir contigo. Es mejor aprender a desapegarse antes de tener que desapegarse para siempre.
“La raíz de todo sufrimiento es el apego” -Buda
La mayoría de nosotros nos aferramos a la vida porque tememos a la muerte. Algunos pueden aferrarse a las posesiones porque de alguna manera sienten que sus posesiones aumentan su propio valor. Otros pueden permanecer apegados a personas y relaciones tóxicas porque piensan que es mejor que estar solo.
No tengas miedo de hacer un examen de conciencia. No tengas miedo de llegar a la raíz de las cosas. Te reto a que te separes. Desapégate de las ideas sobre ti mismo, desapégate de las expectativas y de las personas que no te sirven en este momento. Muchos de nosotros decimos cosas como, quiero una mansión o quiero un bolso nuevo, un auto nuevo o incluso una nariz más pequeña….
pero sepa que no tener esas cosas no le quitará quién es realmente y no agregará a lo que realmente necesita.
El desapego no es que no debas poseer nada.
Pero nada debería de poseerte a ti.
– Desconocido
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