Querida Yo,

Carta a mi misma – Lizz

Quiero empezar dando las gracias. Gracias por ser una soñadora, por ser una romántica incurable y por mantener siempre viva tu curiosidad. Siempre debes estar cerca de tu niña interior.

Sé que tu vida no se parece en nada a lo que habías planeado. Pero está bien, porque la vida no debería parecerse en nada a lo que habías planeado. Hiciste una lista, un plan de vida perfecto, pero en ese momento eras una persona diferente y eso es lo que querías- en ese momento. Los momentos cambian y nosotros también cambiamos. Es imposible seguir siendo la misma persona todos los días de tu vida. Cambiamos por naturaleza, está en nuestro ADN. Nuestra edad cambia, nuestra apariencia cambia, nuestra voz cambia, todo cambia. Así que déjate llevar, no te resistas al cambio, abrázalo.

Está bien si esta nueva versión de ti misma te hace sentir insegura. Sé que tienes tus miedos, y sé que sabes de dónde vienen realmente esos miedos. Mucho de tu pasado tiene mucho que ver con estos miedos. Tus errores pasados, tus experiencias pasadas, tus lecciones pasadas … pero tienes que dejar completamente atrás el pasado y disfrutar el momento presente. Si te sientes mal por algo que hiciste en el pasado, ¡no lo hagas en el futuro! No repitas acciones que sabes que conducirán a algo que no deseas. El momento presente tiene mucho más que ofrecerte que el pasado. No puedes cambiar el pasado.

No tengas miedo de experimentar nuevas aventuras. ¡Haz algo que te guste todos los días! ¡Toma más riesgos, sé más intrépida! ¡Eres capaz de cualquier cosa que te propongas! Eres brillante y este mundo no sería el mismo sin ti. Eres el universo, eres el océano, eres las estrellas, la luna y el cielo. ¡Eres una reina, eres luz, eres hermosa! ¡Eres digna de toda la abundancia del mundo! Constrúyete a ti misma y vuelve a construirte cuantas veces más sean necesarias. Construye tu vida, tienes el poder de hacerlo.

Ama apasionadamente, ama tanto como puedas y no te reprimas. Pero lo más importante, recuerda amarte a ti misma primero.

Atentamente,

Yo del futuro